He dejado mis ojos clavados en tu puerta,
como desvanecidos de luz,
como heridos de muerte,
he dejado mis manos enguantadas
buscando tu vientre de frutas,
he dejado a solas mi alma,
salada, marina, llena de luces de ciudad,
he dejado mis besos para el postre...
clavados a tu boca;
he dejado mecer tu cuerpo sobre el mío,
he dejado rosas en tus labios..
me he dejado quemar vivo
para no matar este inmenso amor que te tengo....
2 comentarios:
Los dos padecemos del mismo mal: el amor.
Tus palabras también son muy bellas.
Aunque dejes todo eso y mas,nunca dejes de amar.
En un lugar y sin imaginartelo, existe alguien que tiene un trocito de corazòn para tì.
cuidese, besitos.
Panchy.
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