Oculto tras tus palabras,
escondo la lengua entre mis cuadernos
y amordazo las calles por donde anduvimos;
te vuelves tierra y rocío,
escapas como llanto,
pones en mi cara relojes azules de olvido
como ese cielo que no està;
encadeno a tus huellas mis huellas perdidas,
busco entre mis corazones
al corazòn que te amó
y nada hay más doliente que mi pecho vacío...
todo es agua entre mis manos,
todo vuela sobre mis canas,
todo es ceniza ý frío...
y estas sábanas no me dejan zarpar...
me duele el olor de adioses,
me queman tus lágrimas cayendo al vacío...
dime dónde guardas todos mis latidos...
ven a romper silencios..
ven a encender mi frío....
1 comentario:
Efectivamente, los adioses duelen,pero seràn tan asì?, o solo es un pensamiento y sentimiento que se ha quedado allì.
Siempre habrà un fuego que calmarà tu frìo.
Siempre habrà una boca que rompa tus silencios.
Hermoso como siempre.
Cuidese, besitos.
Panchy.
(BB)
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