Un puñado de besos en tu boca,
un vestido floreado en el suelo,
el espejo contra tu cara,
y yo esperando por tí;
qué de sillas habré roto en estos años,
cuantas comidas se enfriaron a tu nombre,
cigarros grises extintos en mis dedos;
y esperando fuegos obtuve lluvias,
y abriendo puertas cerré mis ventanas,
y mirando al suelo ví tus zapatos verdes
taconeando como gotas de amaneceres,
y llegabas erguida,
como si nada hubiera sucedido...
nada...
solo esta espera.....
casi infinita....
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