La cruz sobre el monte,
el Metro que no me lleva,
los pájaros en la plaza,
tu risa despiadada,
en tu esqueleto van mis huellas;
El madero y las llagas,
el taxi que me espera,
las almas de los que fueron,
tu humedad anidada en el agua,
y en tu corazón reposa mi alma...
Santos nuevos cantan en las calles...
nada más santo que tu nombre,
nada más eròtico que tu perfume en mi cama...
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